En la semana después de Pascua los/las cantantes del coro SEELE se pusieron en marcha para hacer realidad un sueño. Un sueño, dicho sea de paso, que nació inmediatamente después de la celebración del primer Centenario del Colegio Alemán, estando reunidos algunos miembros del Coro SEELE pasando revista al concierto después de la lograda representación de la obra “Carmina Burana”. Este sueño nos mantuvo cautivos y una y otra vez volvimos a él: ¡qué fantástico sería un viaje a Córdoba para cantar en la “Mezquita” !
Aún tuvo que pasar un año hasta que llegamos a convencernos de querer aceptar el reto y empezamos a pensar en cómo organizarlo. Cuando finalmente Rosario logró contactar con el clero de la Mezquita (en puridad: “Catedral, anterior Mezquita” como se nos dijo repetidas veces) el primer paso ya estaba dado para convertir el sueño en realidad. Tal como si se tratara de un juego de dominó, los siguientes pasos rodaron (casi) por si solos. De pronto, ya no resultaba atrevido preguntar a los responsables de la Alhambra de Granada si allí también podríamos cantar - la semana siguiente a la de Pascua resultó ser la mejor fecha para ello. Rosa se iba a encargar de los alojamientos y del autobús.
Claro está que conforme más se acercaba la fecha del viaje, más aumentaba la emoción. Poco a poco el coro se concienciaba de la responsabilidad que había contraído con este proyecto. Más ensayos, un fin de semana extra de ensayos y algunas actuaciones como p. e. la de la iglesia de San Esteban (Valencia) y la de San Miguel en Lliria fueron importantes estaciones en el camino para preparar el coro debidamente.
Llegamos a Granada el miércoles sobre las diez de la noche, la visita a la Alhambra estaba planificada para la tarde del jueves. Las entradas se habían reservado con antelación, obligatoriamente, ya que debido a la gran afluencia de visitantes, en las taquillas sólo entregan las entradas reservadas.
Hacía un tiempo espléndido cuando subimos al monte de la Alhambra. Una vez arriba, recorrimos el palacio de los Nazaríes, con el “Mexuar”, el “Patio de los Arrayanes”, la “Sala de los Abencerrajes” y demás estancias. Lástima que la joya, el “Patio de los Leones”, nos fue vedado ya que, justo entonces, los leones estaban siendo restaurados. Pero aún así pudimos apreciar una arquitectura y un conjunto ornamental impresionantes que no olvidaremos nunca.
Directamente al lado del Palacio de Carlos V – que este por cierto nunca habitó – y en medio mismo de la Alhambra se encuentra la iglesia de “Santa María” donde el viernes, sobre las 12.30 h, cantamos nuestro primer concierto. Por suerte, la subida la habíamos organizado con autobús, ya que llovía a cántaros. Así por lo menos conseguimos salvar de las aguas nuestra festiva ropa y el piano electrónico. Lo que compensó todas estos esfuerzos - y que mejor condición puede haber para un coro - fue la acústica que ofrece esta iglesia. Las voces se mezclaban de manera maravillosa y la resonancia parecía como querer detenerse, encantada de si misma. Ello se apreciaba especialmente en las piezas románticas de Anton Bruckner (“Locus Iste”), John Rutter (“The Lord bless you”) y Josef Rheinberger (“Abendlied”), para mayor alegría de los cantantes.
Por lo visto el público también lo vio así, ya que hubo abundantes aplausos y del “anfitrión” de la iglesia recibimos ya la invitación para una próxima vez. Complacidos con estos resultados seguimos viaje a Córdoba. Ni la lluvia que nos acompañó logró estropear nuestro buen humor. El hotel se encontraba al lado mismo del Guadalquivir. Enfrente, en la otra orilla del río, se veía el centro histórico de la ciudad y en medio la mismísima “Mezquita”. Por lo tanto, desde el hotel, teníamos la meta de nuestro viaje siempre ante nuestros ojos. El viernes por la noche no hubo programa oficial, el sábado por la mañana ensayamos en una pequeña iglesia. El resto del día estaba a libre disposición.
La noche del sábado, en un local contiguo a la Mezquita, llamado “Cardenal , se nos presentó una ocasión estupenda para disfrutar de un espectáculo flamenco realmente profesional. Bien conocida es la importancia de esta música en y para Andalucía. Y además “flamenco auténtico” – ¿donde, si no aquí?! Sin dudarlo, la mayor parte del coro decidió rápidamente acudir para no perder la ocasión.
De modo casual, después del espectáculo, surgió una conversación con algunos de los artistas, ¡qué honor! Salimos de allí con la sensación de haber tenido una vivencia muy especial y volvimos al hotel altamente motivados para emular el domingo, a nuestra manera, a estos músicos y bailaores.
El día después de nuevo el sol estaba de nuestra parte. El buen tiempo nos acompañó en el camino a la Mezquita donde íbamos a cantar la misa de la una del medio día. Por sorpresa, el Sr. y la Sra. Reuther se unieron a nosotros, que gesto tan bonito y bienvenido. En cuanto a la singularidad de la Mezquita existe abundante documentación y literatura (igual que en el caso de la Alhambra) acerca de este lugar donde Oriente y Occidente se encontraron y se entrelazaron. Donde dos religiones universales mostraron con la máxima perfección su ambición de poder y, a la vez, sus diversas formas arquitectónicas hasta en sus más pequeños detalles. Un monumento conocido mundialmente. Hasta el último de nosotros tomó conciencia de ello después de la visita guiada con la que nos obsequiaron a continuación de la misa.
Ahora bien – hasta que llegamos a este punto, primero habíamos esperado en el “Patio de los Naranjos” para que nos recogieran. Qué privilegio entrar en esta casa de Dios en un momento cuando no era hora de visita. Sin la multitud de turistas que normalmente andan por allí. Así pudimos vislumbrar más fácilmente la grandeza espacial y espiritual de este lugar y elevar un rezo en medio de este silencio.
¡Aquí, pues, se nos permite cantar!
Plenamente satisfechos con las actuaciones brindadas, felices y enriquecidos con muchas bellas impresiones empezamos el viaje de vuelta a casa. Necesitaremos tiempo para asimilar adecuadamente estas impresiones, mientras tanto - quién sabe - ¿quizás algunos ya sueñan un nuevo sueño?
Wolfgang Ismaier
Traducción: Helga Jost
GIRA de CONCIERTOS del CORO SEELE por GRANADA y CORDOBA
27 de abril - 1 de mayo 2011